Te tenía que conocer, tenías que devolverme esa fuerza para volverla a perder, otra vez. Una pelicula como moulin rouge o simplemente un café con alguien, me recuerdan a ti; ese café que tanto odio y al que ahora me estoy acostumbrando. El olor a mandarinas, la M de movistar, el humo, las canciones que más desconocía de vetusta morla, jere, la vereda de la puerta de atrás vs Georgina, el tengo pendientes mis sueños y sobrevivirán, estopa, canciones que íbamos descubriendo y con las que nos sentíamos identificados conforme iban creciendo los sentimientos. Los "mejores abrazos" de Gala Évora, el sino vienes tú, no voy yo (a cada cual más niño), el/la choco, los besiños, el ¡eres tan blandito que me quiero morir!, las eternas horas estudiando con sus respectivos descansos (siempre tan esperados), las horas de sofá y el estar abrazados hasta que el deber nos llamaba, los morritos, las caricias, los enganches a bocaos, los besos que no acababan, las rutas, los ¡Buenos días princesa! con su respectivo beso, los 25 km, el final del camino, el más tuyo que mío, las rayadas, las comidas preparadas y a menudo inesperadas, los enfados, las dudas, el miedo, el si llegaré a la altura, la posibilidad de que salga bien, la razón que me devolvió la ilusión y el que me recompuso; el que me dió esas ganas de seguir, de querer comerme el mundo y conocer el significado del SI puedo. Pues es cierto que en todas las historias no siempre es todo negro...hubo partes bonitas, muy bonitas y por eso te tengo que dar las gracias: por quererme o al menos intentarlo y por demostrarme que después de un episodio borroso de mi vida, tú estuviste ahí para borrar cicatrices de lo más profundas, hasta dejar simples rasguños. No todo es malo, y mucho menos tú. Sólo nos faltó un poco menos de cordura y más sinceridad, la prudencia fue nuestra cárcel...Estado: Borrando capítulos aunque te siga soñando; pues para olvidar hay que recordar. Desechar y guardar en un huequito de lo más especial, sólo mío. Pensando realizar nuevo blog y dejar atrás.
Bye.
