- Es bonito ¿no? quiero decir...prometerse amor eternamente o más bien para siempre, ya se sabe que no vivimos una eternidad
- Sí, solo que tú también sabes que no creo en los para siempres y en esa clase de historias. Estar en ese estado de enamoramiento significa prometer a ciegas y a mi ya no me gusta prometer cosas que no puedo cumplir. La mitad de personas que pusieron estos candados aquí ni siquiera se acordaran de que lo hicieron. Para siempre o un fracaso, no hay término medio. y la mayoría de veces ocurre lo segundo, casi sin ninguna excepción. y cuando es así, cuando hay un fracaso se busca un porqué y sólo hay excusas de por medio o bien alguien que pueda sustituir a esa persona, para sentirte un poquito mejor y por desgracia no nos acordamos de las personas con las que hemos compartido tantas cosas; tantos momentos, que al fin y al cabo recuerdas lo bueno que te pasó, aquello que perdiste. Y mientras dice cada una de esas palabras nota como las heridas van sangrando y las cicatrices ya apenas visibles siguen doliendo.
Él se da cuenta y saca un candado del bolsillo con suma delicadeza, como si su vida dependiera de ello
- ¿ Qué crees que haces?
- Lo siento, perdóname por no pensar igual que tú. Pero quiero disfrutar cada décima de ti y no pienso perder el tiempo pensando si mañana o pasado te vas a ir. Tienes razón, quizás lo nuestro, se convierta en un fracaso como casi siempre pasa pero y si...y si somos una de las pocas excepciones. Piénsalo por un segundo. Yo no sé lo que harás pero yo por lo menos, pienso buscar mil y una excusas para quererte, porqué gracias a ti conozco lo que es sentir de verdad. Y eso es lo que quiero...sentir cada instante de nuestra vida en común. Y me da igual si este para siempre dura dos semanas, o toda una vida, porque siempre es ahora, porqué mi vida no tiene sentido sin ti.
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